El perineo, es un área comprendida entre el pubis y el ano-cóccix de la mujer, es una zona corporal que cuenta con un alto contenido de terminaciones nerviosas, por lo que el dolor en muchos casos, puede llegar a ser causa de sufrimiento crónico y puede llegar a afectar la salud emocional, se estima que una de cada siete mujeres sufrirán dolor de forma transitoria o crónica en esa parte del cuerpo y según los expertos, esto puede causar ansiedad, irritabilidad, afectando en cierto modo su vida familiar y de pareja. Cabe destacar que muchas veces las pacientes no saben localizar el dolor y es el síntoma principal que suele aparecer al permanecer muchas horas sentada, molestia durante el coito, trastorno de la micción o al defecar, molestia con el rose de la ropa incluso dolor.
Pero los síntomas mencionados vienen asociados o causados por muchas cosas entre ellas las relaciones sexuales traumáticas, en ocasiones en mujeres que han dado a luz recientemente, por caídas que provocan traumatismo sobre la zona perineal o sobrepeso, además posteriormente si el dolor no se trata bien, esto puede conllevar al abandono de la vida íntima de pareja, es por ello que el diagnostico hoy día es un reto para los especialistas, ya que en cierto modo si el dolor es muy intenso dificultad cualquier tipo de exploración. No obstante una herramienta clave para el posible diagnóstico y aplicación de un protocolo correcto, es la resonancia magnética del suelo pélvico, ya que en muchos casos permite descubrir la causa del dolor y así poder actuar sobre la misma.
De tal manera que en los últimos años se le está prestando mayor atención a este tipo de patología por así decirle, ya que la mayoría de las mujeres comienzan con un dolor inicial, hasta llegar a la zona pélvica puede comenzar con una simple infección hasta llegar a la cronicidad, los estudios hacen referencia a lo que sucede a nivel miofascial en la zona y todo lo sucede a nivel inflamatorio. Tenemos entonces que desde el inicio, se tienen 3 meses para la recuperación, antes de llegar a la sensibilización y pasar al estadio crónico, presentándose alteraciones a nivel del sistema nervioso central.
El objetivo principal es centrarse en la fase de inicio del dolor antes de que la paciente llegue a la sensibilización, así pues que tomando como referencia, el traumatismo causado después del parto vamos a encontrar un alto nivel de prevalencia de dolor genital, y dispareunia, esta última suele permanecer en el tiempo, en el caso de la sexualidad las pacientes manifiestan y refieren dolor y los casos son más complejos.
En cuanto a los tratamientos, la terapéutica va desde fármacos y analgésicos, neuromoduladores, bloqueos nerviosos y radiofrecuencia, así como psicoterapia y abordaje del trastorno de la ansiedad que muchas pacientes presentan, y operaciones quirúrgicas que se dan solo en casos específicos. Pero también se están utilizando óvulos intravaginales, como el Diazepan, infiltraciones con anestésicos y las infiltraciones de toxinas botulínica, este último ha logrado mejorar cierta sintomatología en las pacientes, mas no el dolor y al comparar o trabajar en conjunto con otras técnicas de fisioterapia, se han obtenido mejores resultados con la fisioterapia. Ya que mediante ella se realiza un trabajo global, y a su vez específico para cada paciente.
En el caso de la aplicación de la técnica EPI, en la actualidad se ha ido incorporando en las áreas de traumatología, urología y ginecología, brindando los mejores beneficios y resultados, a pesar de ser una técnica invasiva, pero recomendada en pacientes con molestias perineales, desgarro de la musculatura pélvica o perineal después del parto, ya que provoca reparación o regeneración, recuperación de la flexibilidad y de las funciones anteriores de la paciente.