Como ya se ha practicado las tendinopatias clínicamente se caracterizan por dolor, es decir, a nivel del sistema nervioso se presenta una desregulación neuronal aberrante, habitualmente las tendinopatias no son reversibles, ya que los tendones no se curan debido a sus limitados recursos biológicos para la reparación, existen investigaciones recientes enfatizan la relevancia de la inflamación, como una respuesta mediada por señales tanto en la lesión como en carga, y su fallos en la resolución de la tendinopatia. Actualmente no existen tratamientos satisfactorios o Gold estándar, para las tendinopatias y siguen siendo una necesidad tanto medica como de fisioterapia no cubierta.
Los tendones son estructuras anatómicas situados entre el musculo y el hueso, cuya función es transmitir fuerza para llegar a un movimiento articular, el mismo posee a lo largo de su longitud tres zonas específicas, es decir, un punto de unión musculo-tendón, que es la unión miotendinosa, la unión del tendón – hueso y la zona media o cuerpo del tendón, compuesto de colágeno tipo 1 en un 30% , de elastina en un 2% y un 68% de agua, en cuanto a su vascularización es escasa aun viniendo de diferentes estructuras ya que podemos encontrar zonas más irrigadas que otras.
Por lo general esa vascularidad disminuye con la edad y la sobrecarga mecánica, pero con el ejercicio el aporte sanguíneo aumenta, es por ello que suelen presentarse cambios de las células y en las sustancias fundamentales.
Existe un modelo en cuanto a la patogénesis, y ese es el modelo de continuum, el cual hace referencia de que un tendón normal puede pasar a degenerativo y pasa por una serie de fases, una fase reactiva, una de carga aguda o por contusión directa y una de sobrecarga repetitiva, la continuidad de esas cargas repetitivas lleva por ende a una fase de destrucción o de tendón desarticulado y posterior se instaura la tendinopatia degenerativa. Es importante acotar que conociendo este proceso se puede aplicar un abordaje terapéutico que sea capaz de diferenciar macrófagos 1 y macrófagos 2 y hacer una regulación inmunobiologica.
Diagnóstico y Valoración; Para el diagnostico de tendinopatia es necesario que existan síntomas clínicos.
Que debemos valorar, más calidad que cantidad, ya que en el manejo de factores y síntomas asociados al proceso de rehabilitación y readaptación se debe considerar si la lesión es central donde la misma se produce de manera bilateral o si es periférica y se manifiesta de forma unilateral, por consiguiente dependiendo del tendón afectado se realiza la valoración mediante diferentes test desde la musculatura implicada, su inhibición, el antagonista, si existe una sobre carga en la musculatura sinergista y esto está relacionado a la evidencia científica, donde un buen diagnóstico funcional nos lleva a corregir las fallas neuromotoras.
Para realizar una correcta intervención se debe tener conocimiento la clasificación anatomo-clinica:
- Tipología del Tendón.
- Localización Anatómica.
- Estatus Vascular.
- Morfología del Tendón.
- Foco Compresión.
- Rotura Intratendon.
- Grosor del Tendón.
En cuanto al tratamiento tenemos, basados en la parte biológica y otros basados en la parte biomecánica.
Biológicos
- EPI
- PRP
- Inyecciones esclerosante.
- Hipervolumenes.
- Ondas de Choque.
Biomecánicos.
- Ejercicios isométricos.
- Ejercicios excéntricos.
- Ejercicios pliometricos
- Ejercicios isoinerciales.
No se debe olvidar que los programas de ejercicios deben ser individualizados.
Por ultimo tenemos las técnicas invasivas deben ir siempre en combinación con terapias fisioterapéuticas ya que se ha observado en cuanto a resultados que en un 80% el paciente no mejora es por ello que se debe tanto en la fase biológica como funcional aplicar el tratamiento simultaneo, para pasar luego a la fase de readaptación y siempre realizar programas de mantenimiento de casi un año.