La Electrolisis Percutánea Intratisular, es una técnica de fisioterapia invasiva que consiste en la aplicación ecoguiada, de una corriente galvánica a través de una aguja de acupuntura, que produce un proceso inflamatorio de carácter local, permitiendo así la fagocitosis y la reparación del tejido blando afecto. Así pues encontramos que la técnica aporta beneficios a otras técnicas, primero por ser un tratamiento local en el lugar de la lesión, tiene esa capacidad de poner en marcha un nuevo proceso de proliferación del tejido de colágeno, el cual se ve afectado cuando se lesiona por ejemplo el tendón. Su efectividad es bastante alta, hablamos de un 80% respecto a tratamientos convencionales usados en fisioterapia, y en cuanto a la frecuencia de recaída esta es muy baja.
De tal manera que reciente mente encontramos en páginas como PubMed, un poco más de 27 resultados de la aplicación de la técnica, y del 2.008 hasta el 2.014 aproximadamente no existían resultados, no había nada y ese era el mayor problema, pero en el 2.011 en un trabajo de grado se comenzó a plasmar los resultados obtenidos mediante esta técnica de fisioterapia, para así poder explicarle a los traumatólogos como se realizaba el procedimiento, sus beneficios, su utilidad los resultados no solo biológicos, químicos y biomecánicos obtenidos a través de ella, y un ejemplo claro es la aplicación en tendón rotuliano, la manera de como la técnica EPI mejora ese proceso degenerativo causado en ese tejido.
Ahora bien, dentro de los estudios publicados sobre la EPI, que se han realizado trabajos que van de año en año, sobre la epicondilitis, pubalgias, fascitis plantares, tendinosis del tendón rotuliano, isquiotibiales, recto anterior, y hasta en la ATM, una articulación muy delicada por así llamarlo y se atrevieron a aplicar la técnica y funciono al igual que en patologías como un latigazo cervical, de tal modo que ya se puede decir que la técnica EPI funciona.
Cabe acotar que la EPI, posee un rival por así llamarlo, que posee en cierto modo los mismos objetivos, así pues que las ondas de choque buscan la misma respuesta biológica en el tendón y que estimule una respuesta regenerativa, y hasta los momentos no existen estudios sobre la aplicación de ambas técnicas en una misma lesión, para así valorar los resultados y poder demostrar si en realidad se logran alcanzar los mismos objetivos. Y las diferencias de una técnica invasiva a una técnica convencional, es que por medio de la tecnología por así decirlo puedes ver y observar cómo estas realizando la técnica, como estas introduciendo la aguja, en cambio la onda de choque no la vez, sabes donde está localizada la lesión y allí haces la aplicación.
En consecuencias, las hipótesis descritas por la aplicación de la EPI, ya fueron estudiadas y analizadas y era lo que se quería realmente demostrar o comprobar, así que la aplicación en ratas sobre una tendinopatias provocada en las mismas, se aplicaba igual como se hacía en los humanos y una sesión de EPI por semana y al final de la 3era semana, se comenzaban a realizar los análisis de manera histológica los tendones, se hizo entonces un control de la EPI introduciendo solo la aguja, en este caso en el tendón de Aquiles el cual es superficial y fácil de abordar, y encontramos en los resultados que no habían células inflamatorias y esto es fundamental, ya que en tejido blando, en tendones, lo que primero predomina cuando hay una lesión es la inflamación, quiere decir entonces que la EPI, mejora ese proceso y que puede ser utilizada sin complicación.