El objetivo final en cualquier técnica de bloqueo regional es depositar el anestésico local con un volumen y una concentración suficiente, lo más cerca posible de uno o de varios nervios para tratar el dolor , y hacerlo de manera rápida y segura, pero para poder realizar este tipo de procedimiento se debe conocer los nervios con precisión, por ende la identificación nerviosa sigue siendo también uno de los objetivos principales, ya que se han utilizado y se utilizan diferentes métodos, donde cada uno de ellos han demostrado ser muy efectivos y con muy bajo nivel de complicaciones. Ahora bien cuando se requiere realizar un tipo de estimulación a un nervio, la elección de la técnica que se va a usar está ligada a muchos factores, que van desde el profesional con experiencia y formación, el tipo de bloqueo, la practica entre otros, así pues podemos decir y clasificar los métodos clásicos y directos o indirectos usados en la estimulación eléctrica de un nervio.
Encontramos entonces:
Métodos Clásicos:
- Directos: Parestesias.
- Indirectos: palpación, Latido sincrónico, Click fascial.
Métodos Modernos:
- Estimulación Nerviosa Periférica (ENP).
- Eco Doppler.
- Tomografía.
- Ultrasonografía.
La evidencia hace referencia, que la estimulación eléctrica nerviosa periférica, produce una disminución, una reducción significativa alta en el dolor, comparado con el placebo, y esta estimulación realizada mediante agujas posee un efecto mucho mayor, también se encontró que el PENS es más eficaz que el TENS, y el uso de la estimulación eléctrica nerviosa, ofrece beneficios y resultados en el dolor crónico musculoesqueletico. Pero sumado a esto existe y surgen interrogantes en cuanto a la variabilidad de los resultados, los que nos da una pauta para reflexionar y establecer aquellos factores que pudiesen estar afectando la eficacia del tratamiento, y encontramos lo siguiente:
- Dosificación de la Terapia: parámetros (intensidad, frecuencia, tiempo).
- Interacción con agentes farmacológicos (opioides).
- Población, tipo y mecanismo del dolor.
De estos factores tenemos que hacer referencia, al más importante y ese es la dosificación, será que existen unos parámetros o dosis óptimas a la hora de aplicar el proceso de estimulación eléctrica? Y surge la llamada ventana terapéutica, que no es más que la terapia que estoy aplicando es lo más eficaz, pero produciendo el menor efecto adverso posible. Y nuevamente de allí se desprende la siguiente pregunta:
¿Adaptamos la Dosis Terapéutica en Función del Paciente?
En consecuencia es interesante saber, cuales son las dosis más óptimas, donde voy a tener un efecto muy potente con el menor efecto adverso posible.
En el caso de la Estimulación Nerviosa Periférica, es una técnica una alternativa actual a diferencia de otros métodos, y es auxiliar de localización nerviosa, es una técnica que ha ido desplazando lentamente a otras y ha dado un nuevo impulso, para ocupar un lugar importante en anestesia regional y pudiendo llegar a convertirse en un Gold estándar de identificación nerviosa por muchos años.
De tal manera que a la ENP, le debemos, el aumento del uso de bloqueos periféricos y disfunción de nuevas técnicas, pero la parte fundamental de este tipo de trabajo recae en la relación que debe existir entre la intensidad, la duración, la polaridad, y la distancia que hay que tener en cada momento entre la aguja y el nervio. No hay que olvidar que al realizar la estimulación, contamos con un sistema opioide endógeno el cual se activa y es el más potente para provocar analgesia, de hecho es el que utiliza la morfina, pero este sistema se activa de la misma manera con diferentes frecuencias? Es aquí donde se debe de plantear el protocolo correcto y tener una dosis optima a la hora de trabajar con el paciente.