El uso de la ecografía es una técnica de creciente interés en la anestesia regional, ya que ha permitido la visualización directa de los nervios, la aguja, las estructuras adyacentes y principalmente el control de la aplicación de algún anestésico local en tiempo real. Pero para la aplicación de la técnica ecográfica, se requiere de un buen conocimiento anatómico, y manejo de la técnica para evitar complicaciones en los abordajes a realizar, como lo son el bloqueo en el plexo braquial. En el caso de la columna vertebral, en especial la región cervical la ecografía ha puesto al alcance de los rehabilitadores técnicas que antes eran restringidas pero que hoy en día son las más utilizadas, como ya se mencionó en el caso de los bloqueos con anestesia y analgesia postoperatoria.
Es importante resaltar que dentro de la fisioterapia, las técnicas invasivas han ido evolucionando y ahora más porque hemos avanzado y digamos que atrevido a realizar prácticas con médicos y anestesiólogos, es lo que se ve reflejado cuando se realiza un abordaje interdisciplinar donde no existen diferencias en cuanto a las ganas de aprender y seguir sumando conocimientos, existe una retroalimentación positiva y si hay algo que puedes hacerlo mejor pues hazlo, y de eso trata el trabajo en equipo.
Ahora bien la región cervical es probablemente aquella en la que el uso de la ecografía ayuda para la realización de técnicas analgésicas invasivas, y parece ser la opción más racional, esto debido a las diferentes patologías o lesiones que llegan a consulta, donde las más comunes son las radiculopatias, hernias discales, parestesias, así como también suelen presentarse problemas mecánicos, facetarías, en los cuales el origen ya no proviene de una hernia discal, si no suele asociarse a un problema compresivo, por ello las técnicas ecoguiadas son de gran utilidad para ayudar a mejorar la sintomatología.
Por ende como se mencionó al principio es importante el conocimiento anatómico y más en el caso de la unión entre la región cervical y el plexo braquial, donde encontramos unos nervios principales que discurren desde la cervical pasan por el hombro y más específicamente por la parte axilar, dichos nervios son los siguientes:
- Nervio occipital menor C2.
- Nervio auricular mayor C2-C3.
- Nervio trasverso del cuello C2- C3.
- Nervio supraclavicular C3- C4.
Estos nervios, cuando estamos realizando el abordaje invasivo, suele suceder que en vez de estimular el plexo braquial que es lo que estamos buscando, tenemos una respuesta del nervio frénico o de cualquier otro nervio, es por esta razón, no solo la importancia de la anatomía sino también del abordaje, si se realiza una punción seca, o una aplicación transcutanea ecoguiada, lo anterior no tiene por qué pasar ya que vamos a saber y a visualizar donde se va realizar la aplicación o el bloqueo.
De tal manera que la ecografía permite en tiempo real la adecuada visión de los tejidos, nervios, músculos, vasos, rebotes óseos y además al aplicar alguna solución inyectada permite la visualización de la misma y la difusión hacia el espacio epidural en los bloqueos de ramas mediales posteriores o radiculares. Las indicaciones generales son las de dolor cervical crónico de origen degenerativo, por cefalea, y la irradiación hacia los miembros superiores por lo que la ecografía y la técnica ecoguiada es una herramienta de mucha utilidad para poder realizar de manera rápida y segura un intervencionismo de la región cervical y plexo braquial.