Dolor , en algunos casos no existe una causa clara, los factores ambientales y psicológicos pueden empeorar el dolor, y este a su vez puede generar problemas psicológicos, como la depresión, la ansiedad, o llegar a exacerbarlo ya que conseguir la causa psicológica también se hace difícil, en el caso del dolor crónico, este puede afectar a cualquier parte del cuerpo y es el principal motivo por el cual se visita a un médico a un especialista, ya que suele pasar de los 3 meses de evolución, incluso las molestias podrían tener su origen en el funcionamiento anormal del sistema nervioso como ocurre con los pacientes que sufren dolor neuropatico. Así encontramos que el dolor crónico es un problema de salud en sí mismo y no existe un criterio médico que lo pueda diagnosticar, dado que no resulta fácil entender que el dolor crónico es una enfermedad en sí misma y no un síntoma. Y en ocasiones suele suceder que los pacientes tardan tiempo hasta que sus médicos logran dar con el origen de ese dolor crónico.
Cabe destacar que el dolor crónico puede tener un origen completamente desconocido, no hay una causa física que justifique su presencia, simplemente apareció y ni los médicos y especialistas y ni las pruebas complementarias más avanzadas pueden determinar con exactitud su causa original, por otra parte el dolor se llega a ocultar detrás de otros diagnósticos, lo cual como especialistas lleva a ir un poco más allá, y aquí hacemos referencia a la genética, a lo que sucede en la mutación, es decir se da una mutación puntual en un canal de sodio, entonces en las cadenas de sodio y dependiendo en qué punto suelen cambiar las maneras de percepción del dolor, existen estudios donde hacen referencia a la búsqueda de fármacos que modulen los canales de sodio ya que este es el principal implicado en el dolor crónico y es posible que mediante la farmacología pueda llegarse a acabar con dolor, poniendo de un lado las infinidad de factores asociados o determinantes, como los biopsicosociales por ejemplo.
Ahora bien, esta relación del gen y el dolor crónico, también suele suceder con ciertas patologías que son extrañas poco comunes que no refieren dolor, y es una alteración puntual de un solo gen modificado, pero hay que tener en cuenta que no todos los genes dan lugar a proteínas, las cuales son las responsables junto con las enzimas, de bloquear el dolor.
De tal manera que todo se resume entonces a que el dolor crónico es cuestión de un gen el cual es el responsable y juega un papel crítico en la estimulación constante de los nociceptores en zonas donde se ha producido un daño tisular, o en las vías periféricas o centrales, lesiones neuropaticas, en consecuencia independientemente de la evolución, etiología u origen del dolor, en las últimas décadas se ha progresado en el conocimiento del mecanismo del dolor, donde la contribución de aproximaciones multidisciplinares han hecho posible el estudio simultaneo de sistemas neurobiológicos, celulares, moleculares y genéticos.
Por ende la caracterización de genes asociados con procesos funcionales o patológicos se lleva a cabo mediante dos estudios, el primero relacionado con el ligamiento, el cual analiza los patrones de herencia de cada uno de los genes candidatos y un fenotipo exclusivo, pero en el segundo estudio hace referencia a la asociación de genes con diferentes fenotipos, en conclusión estos estudios van ayudar a confirmar el papel y el proceso de la proteína en el trastorno de la sensación dolorosa.